La inmigración sigue siendo un tema central en la política local, especialmente con el estatus de ciudad santuario de Nueva York bajo intensa presión de la administración del presidente Donald Trump. El alcalde Eric Adams ha prometido colaborar con las órdenes de Washington, supuestamente a cambio de que se retiren los cargos penales en su contra.
Y mientras que muchos neoyorquinos tendrán la oportunidad de expresar su opinión sobre esto y otras políticas de Adams en las elecciones de junio, las personas más afectadas por estas decisiones—los inmigrantes indocumentados y los no son ciudadanos estadounidenses—no podrán hacerlo.
Sin embargo, aún existen maneras legales en las que los no ciudadanos pueden participar en las próximas elecciones.
Perla Silva, coordinadora senior de participación cívica en la organización Make the Road New York, enfocada en inmigración, señaló que, como persona indocumentada, cree que movilizar voluntarios para educar a quienes sí pueden votar es crucial.
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“Seremos directamente afectados por las decisiones de los votantes, así que nos tomaremos el tiempo para asegurarnos de que entiendan qué está en la papeleta y por qué deberían salir a votar”, explicó.
¿Pueden los no ciudadanos votar en la Ciudad de Nueva York?
Si te has naturalizado como residente de los Estados Unidos después de inmigrar, puedes votar. Pero si no eres ciudadano—pero tienes residencia (green card), algún tipo de visa o no estás sin estatus migratorio—no tienes derecho a voto.
Es posible que hayas oído hablar de una ley aprobada por el Concejo Municipal en 2022 que permitía a los no ciudadanos votar en elecciones locales. Sin embargo, los tribunales anularon esta ley y actualmente no está vigente.
El Concejo apeló la decisión ante el tribunal más alto del estado con la esperanza de restablecer la política. La Corte de Apelaciones escuchó los argumentos el mes pasado y tomará una decisión en los próximos meses. Pero hasta que no se sepa algo de eso, los no ciudadanos en la ciudad aún no podrán ejercer sufragio.
¿Pueden los no ciudadanos donar a campañas políticas?
Depende. Junto con los ciudadanos estadounidenses, los residentes permanentes (quienes tienen green card) también pueden donar a campañas locales.
Pero si no eres ciudadano ni residente permanente, no puedes donar.
Nueva York tiene un sistema de financiamiento público de campañas, en el que las donaciones de bajo monto hechas por residentes de la ciudad se multiplican por ocho. Es decir, una pequeña contribución hecha por alguien en Nueva York tiene más impacto que una donación desde Buffalo o California.
La legalidad de las donaciones es uno de los puntos clave en el caso de corrupción federal contra Adams: su campaña supuestamente aceptó donaciones ilegales de funcionarios del gobierno turco, canalizadas a través de donantes estadounidenses mediante un esquema de “straw donations” (donaciones encubiertas).
¿Puedo firmar una petición para un candidato?
Los no ciudadanos no pueden participar en la recolección de firmas para candidaturas, ni como testigos ni como firmantes. La petición es el proceso mediante el cual los candidatos reúnen firmas para aparecer en la boleta de junio (y actualmente está en marcha).
“No puedes ser testigo en el proceso de peticiones porque debes ser un votante registrado en el partido y el estado”, explicó la abogada electoral Sarah Steiner. Dado que los no ciudadanos no pueden registrarse para votar, tampoco pueden participar en la recolección de firmas.
¿Pueden los no ciudadanos trabajar en una campaña?
A través de nuestro boletín electoral, una lectora, Manjari M., preguntó: ¿Puede alguien hacer campaña para un candidato a la alcaldía si no es ciudadano de EE.UU.?
La respuesta corta es sí, puedes hacer campaña.
“Hacer campaña por alguien es parte de la libertad de expresión, y si estás en Estados Unidos, teóricamente, tienes libertad de expresión”, señaló Steiner.
Cualquier persona, sin importar su estatus migratorio, puede ser voluntaria en una campaña política. Y si tienes un permiso de trabajo, no hay restricciones para que trabajes formalmente en una campaña.
Los no ciudadanos no pueden recolectar firmas, pero hay muchas otras formas de movilizarse detrás de un candidato específico.
“Organizar foros con candidatos o compartir información sobre por quién votarían si pudieran”, son algunas ideas sugeridas por Wennie Chin, directora senior de participación comunitaria y cívica en la New York Immigrant Coalition.
Chin reconoce que algunas personas pueden dudar en compartir sus experiencias, pero cree que si alguien se siente cómodo, compartir el impacto humano de las decisiones políticas puede ser valioso. “A veces, los temas que discutimos se convierten solo en eso: temas. Y olvidamos que detrás de estas decisiones hay vidas reales”, afirmó. “Ponerle un rostro, una voz, una historia es realmente impactante”.
Otros caminos: causas, participación y presupuesto
Muchas organizaciones de participación cívica abordan la temporada electoral desde una postura no partidista: apoyan causas en lugar de candidatos o simplemente se centran en registrar la mayor cantidad posible de votantes.
“Aunque algunos de nosotros no podemos votar, aún podemos hacer mucho. Podemos generar un gran cambio”, comentó Perla Silva. “Lo hemos hecho antes con participación cívica: hablando con vecinos, dándoles la fecha e información”.
La elección primaria de este año será el 24 de junio, con votación anticipada a partir del 14 de junio, que también es la fecha límite para registrarse.
La participación electoral en los cinco distritos de la ciudad suele ser baja. Incluso en las primarias para la alcaldía de 2021, que tuvieron la tasa de participación más alta en décadas, solo el 26.5% de los votantes registrados acudieron a las urnas.
“He tenido muchas conversaciones con personas que me dicen: ‘He sido ciudadano por cinco años, pero yo no voto’”, contó Silva.
Ella destaca que los inmigrantes, sin importar su estatus, son esenciales para llegar a los votantes, especialmente debido a las barreras lingüísticas.
“Trabajamos en áreas donde la gente nos dice: ‘Gracias, muchas personas vinieron a mi puerta, pero no entendía lo que decían’. Y luego nos ven y nos dicen: ‘Pero tú te pareces a mí, hablas como yo’. Eso es lo que mis voluntarios escuchan cuando salen”.
Wennie Chin enfatizó que la educación electoral es clave ahora que la ciudad implementó el voto por orden de preferencia, un sistema nuevo que puede resultar confuso para algunos votantes.
“Educar a la gente sobre qué es el voto por orden de preferencia, cómo usarlo y cómo aprovechar su voto para un candidato que quieran (o no quieran), es fundamental”, explicó. “Hay muchas formas en las que la gente puede involucrarse de manera creativa”.
Chin también señaló que existen otras iniciativas en las que las personas pueden influir en las políticas de la ciudad, incluyendo la asignación de fondos públicos, lo que tiene un impacto tangible en los barrios y la vida cotidiana.
El Presupuesto Participativo es un programa del Concejo Municipal que permite a los residentes proponer ideas para el uso de fondos destinados a infraestructura como escuelas, bibliotecas y parques. The People’s Money es un proyecto similar, pero se enfoca en servicios sociales, eventos y campañas de concienciación en lugar de construcción física. Ambas iniciativas están abiertas a todos los neoyorquinos, sin importar su estatus migratorio.
“Muchas veces, las personas que viven en estas comunidades tienen las mejores ideas, pero no saben cómo ejecutarlas o no cuentan con los recursos”, dijo Chin.
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